sábado, 8 de noviembre de 2014

La historia de mi segundo parto.


Hola a tod@s!!...

 La madrugada del 1 de noviembre, noche de halloween, estábamos disfrazados en casa..Alba quería una fiesta de halloween, y no nos lo pensamos. Cartulinas, arañas, murciélagos,calabazas y fantasmas decoraron todo el salón, y las pelucas, el maquillaje y la ropa negra de mamá hicieron el resto.

Inmortalice mi barrigota de 39 + 5 semanas con pintas de brujilla preñada, por si era mi última foto con ella, y así fue.
A las doce de la noche mas o menos empecé a sentirme rara, alguna contracción fuerte, pero bastante rara.

Aguante en casa, y aunque no eran contracciones dinámicas, si eran algo dolorosas, y puesto que del hospital nos separaban 60 kilómetros, decidimos irnos por si realmente estaba de parto.

Llegamos y revisión. Tres centímetros y medio de dilatación.Contracciones...
pero no hay dinámica de parto.

De vivir en Madrid me hubiesen mandado para casa, y a esperar,pero al estar a 60 km me dieron la opción de quedarme y ayudarme a ponerme de parto.
Lógicamente decir que preguntamos todo, si habría algún tipo de problema, si afectaría al bebe, si por "ayudarme", "inducirlo", tendría probabilidades  de acabar en cesárea, etc.
También decir que estaba de 39 + 5, no se me hubiese ocurrido planteármelo de menos tiempo.

Al final y tras el consejo de un matron que ya atendió el parto de mi hija (y que me hizo muchisima ilusión ver, puesto que es uno de los buenos recuerdos que me queda del primer parto, José Carlos.) decidimos quedarnos.

Pasamos a nuestra habitación de dilatación. Y conocemos a la matrona que estaría con nosotros toda la noche hasta que Oliver naciese.

Lorena Garcia, no se me olvidará su nombre jamás.

Una chica joven, simpática, que enseguida nos trasmitió tranquilidad, nos dio confianza y serenidad, nos hizo participe desde el minuto uno de nuestro momento, quedandose ella en segundo lugar.

Primero una vía...no es nada me decía, yo le contaba que llevaba peor eso que parir, y nos echábamos a reír, pero es cierto, tener esa aguja en la muñeca días me ponía muy nerviosa, me daba por pensar que se me rompería, que me haría daño, que no podría tener libertad de movimientos...y mira que ya sabía de la otra vez que al rato te aconstumbras y se te olvida que la tienes puesta.

Tras esto, empezamos a provocarlo rompiendo la bolsa..no noté nada, más que un liquido calentito salir de mí.Ni sensación de que algo explota, ni nada de nada. Solo eso. Liquido.
Lorena nos explica que vamos poco a poco, que evitaremos tactos innecesarios a no ser que yo lo pida,y que en un rato empezaremos con la oxitocina, la cual irán subiendo poco a poco.

Las contracciones son soportables, muy soportables, un dolor de regla y nada más.

Me pregunta si tengo intención de ponerme la epidural, y digo que sí, me explica que hay dos opciones o ponérmela ya y descansar para el parto todo lo que pueda y evitar dolores, o aguantar hasta que pueda y así probablemente todo será más rápido y fácil.
Estoy tan bien que decido aguantar.

Nos ponen una luz tenue, de mesita de noche, para que estemos relajados.
Yo mientras en la cama con mi móvil sigo aguantando, por que en realidad no aguanto, vamos genial.

Tras un rato, vuelve a ponerme la oxitocina. Empieza la fiesta.Ese liquidito es puro veneno en vena, y ahí si empiezan las contracciones a ser notorias.

Necesito levantarme y andar...es la mejor manera que veo para llevar las contracciones. Relajación, concentración y respiración, son las tres palabras que tengo en mente, me concentro en ellas, respiro, y pasa.

Lorena vuelve a decirme que si quiero la pelota de pilates para dilatar, que ayuda mucho, y yo sabiendo de que va el tema, y con las ganas que me quede en mi primer parto de probarlo le digo que sí. 

Y que maravilla, de izquierda a derecha, un suave balanceo, haciendo ochos con las caderas, hacia delante y hacia atrás, votando encima...todos esos movimientos hacían mas llevaderas unas contracciones que ya duraban un minuto y eran cada dos. 

El dolor cada vez era más intenso, y ya empezaba a notarse el cansancio.

Ya no podía estar sentada en la pelota...

Ya no podía concentrarme

Ese dolor te rompe por dentro.

Llamamos a Lorena y pedí la epidural. Me sentí un poco fracasada por qué tenia la sensación de que había aguantado muy poco, de que con suerte estaría de 5 centímetros y poco más.

Mientras llegaba el anestesista que tardo cinco minutos nuestra matrona estaba ahí dandome ánimos, diciendo que todo lo que había aguantado ya lo tenía ganado, que no pensará que era en vano.

Llega el anestesista, firmo el consentimiento, me explica la posición, la jodida posición con unos dolores horribles que es casi imposible de estarse una quieta...
Sólo pienso en que ese liquidito me quitará todos los dolores y aguanto, por que no queda otra, y por que es una procedimiento delicado.

Una vez puesta, me tumbo en la cama y me explica que me ha puesto muy poca, que en 20 minutos empezará a hacerme efecto...pero nada más tumbarme algo me presiona por dentro saliendo de mi, no lo controlo, tengo ganas de empujar.
Lorena que esta ahí ayudando al anestesista a recoger sus cosas me dice que no es posible, que si de verdad tengo ganas.

Y esas ganas vuelven, no la puedo contestar solo empujo.

Rápidamente se coloca los guantes, y me explora.

"Claro que tienes ganas de empujar, ya esta aquí, estas completa, has aguantado como una campeona Abi".

Esas fueron sus palabras, y en ese momento se me llenaron los pulmones de aire nuevo, me sentí orgullosa de mí, de a pesar de provocar el parto, aguantar la pelea de la forma más primitiva, dejandome llevar por lo que mi cuerpo me pedía, sintiendo todos los dolores, notando como mi pequeño bajaba hasta querer salir.

"Ahora empuja, está muy arriba".

Primer pujo...lo hago bien?..."si estupendo, Oliver está haciendo el giro, un pujo más y lo tenemos abajo para irnos a paritorio".

Segundo pujo..."¡para!, vámonos a paritorio, no se te ocurra empujar, o lo tendrás en la habitación."

 Entramos en paritorio sin rastro de epidural, sin efecto alguno, sintiéndolo todo.
Se preparan las enfermeras y matronas, nos colocamos en el burro, mi marido a mi izquierda.

"Empuja seguido, seguido, seguido, no pares. Para!...la cabeza de Oliver esta fuera."

Ahora entiendo lo del aro de fuego, esa sensación de quemazón cuando sale su cabecita, se acaban los dolores, nada duele ya...tu cuerpo elimina la tensión, todos tus músculos se relajan.

Segundo pujo y sale su cuerpecito, como un pez resbaladizo, rápido, largo, y acaba encima de mí.

Le limpian la carita encima mío, mi niño llora, y yo también.

No puedo dejar de decirle las ganas que tenia de verle, es precioso, esta bien...es tan igual a su hermana...

Lloro, lloro por los nueve meses, por los últimos cuatro de preocupación, lloro de alegría,de emoción, de felicidad por el momento tan bonito que acabo de vivir.

Entre lágrimas solo puedo dar las gracias.

Las gracias a Lorena por regalarme ese momento en mi recuerdo para siempre, por quitarme esa espina, por respetarlo todo tanto, por su profesionalidad.

El matron que me atendió al principio de la noche y que ya conocía entra para ver que tal me ha ido, y vuelvo a llorar, dándole las gracias mientras el sonríe.

Mi niño esta encima de mí, pasan unos minutos hasta que el cordón deja de latir, y ahí es cuando lo cortan...

En ningún momento me lo quitan, ni lo pesan, ni lo miden..mi niño llora en mi pecho, se agarra con fuerza a mí, y yo siento todo, pero no me duele nada.

Lorena nos dice que no ha habido episiotomia, pero me he desgarrado un poco.No importa, me he desgarrado yo, sin ayuda de unas tijeras...que eso era lo que yo quería si tenia que pasar alguna de las dos cosas.

Y nos llevan a la habitación, dos horitas de recuperación sin soltar a mi pequeño, la despedida de nuestra matrona, a la que digo que nunca olvidaré y no la miento.
 Todo ha sido demasiado emocionante.

Y silencio.

Silencio para nosotros tres, papi, mi pequeño y yo...sin poder dejar de mirarlo.
En mi mente mi niña,su foto a mi lado, en todo momento, y así estábamos los cuatro, recibiendo la nueva etapa de nuestras vidas, todo lo bonito que nos queda por vivir.

Y así fue esta experiencia,que no olvidaré jamás, gracias a Lorena Garcia Esteban, matrona en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Cuando das con profesionales como ella, a pesar de tanto recorte y tanta putada, te das cuenta del grandisimo trabajo que hacen, y la vocación tan inmensa que tienen que tener. 

De nuevo gracias!


2 comentarios:

Madre mia abi que parto mas bonito, ojala yo tenga una experiencia similar con mi segundo ya q tuvimos casi la misma mala experiencia en el primero. Me alegro muchisimo por ti q al fin puedas tener ese recuerdo inolvidable y haberlo disgrutado tanto. Disfruta muchisimo que ya sabes lo rapido q va todo. Un besazo. Thais y Biel.

PRECIOSO PARTO, ERES MUY GRANDE¡¡¡¡ME HE EMOCIONADO

Publicar un comentario

Muchas gracias por comentar en "Esta moda no es la mía".

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More